Pueblo mantiene vigente la “prohibición de morir”

En Lanjarón, municipio de la provincia española de Granada, se estableció en 1999 una ordenanza municipal que prohíbe “terminantemente” morir dentro de sus límites, iniciativa que fue impulsada por el entonces alcalde José Rubio como una forma simbólica de evidenciar el problema de saturación del cementerio local, que desde hace más de dos décadas no ha tenido una solución definitiva.

El origen de la medida se dio en un momento de fuerte presión de la comunidad para conseguir terrenos que permitieran ampliar el cementerio, sin embargo, la gestión del suelo no se resolvió en ese momento, y la ordenanza fue utilizada más que nada en un tono humorístico para recordar la urgencia de solventar el tema.

En su declaración, Rubio conminó a los habitantes a “cuidar al máximo su salud” hasta que se concretara la ampliación del camposanto.

A más de 25 años de aquella decisión, Lanjarón continúa con un solo cementerio, aunque la norma nunca se aplicó de manera formal.

Con el paso del tiempo, la “prohibición de morir” se integró a la identidad local, convirtiéndose en un atractivo cultural y turístico.

El municipio es reconocido además por sus aguas minerales.

En los últimos años, su nombre se ha difundido en redes sociales, particularmente en TikTok, donde usuarios lo mencionan como un destino alternativo frente a ciudades españolas de alta demanda turística como Barcelona o Mallorca.

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Redacción
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