En la pasada Semana Santa el flujo de turismo hacia Puerto Peñasco se redujo al menos entre un 15 y un 20%, por lo que es necesario tomar acciones para revertir esa tendencia que no favorece a nadie en este destino, afirmó Óscar Federico Palacio Soto.
El vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Sonora precisó que el comportamiento de las reservaciones en centros de hospedaje anticipaba desde un principio un comportamiento por debajo de los más altos índices históricos y así se corroboró cuando llegó el periodo de asueto.
Admitió que las estadísticas dadas a conocer por la Oficina de Convenciones y Visitantes, con 63 mil paseantes y una derrama económica de 78 millones de pesos, son buenas a secas, dado que no tienen comparación con los números de 2018 y 2019, por ejemplo.
Sí hubo hoteles con ocupación del 100%, expuso, pero fue notorio en calles, playas, centros turísticos y prácticamente todo Puerto Peñasco, que vino menos turismo, por lo que se tiene que trabajar para recuperar los flujos de visita.
Argumentó que la mayor parte del turismo que elige este destino es de clase media y es el grupo social que más se ha visto afectado por el comportamiento negativo de la economía y las alzas de precios, entre otros factores.
Palacio Soto consideró que entre las principales acciones a realizar están el revertir el deterioro de Puerto Peñasco como destino turístico en materia de imagen urbana y en materia de seguridad, además de trabajar con el Ayuntamiento de Sonoyta para que se frene el hostigamiento y cacería del turismo que viene de Estados Unidos, entre otras acciones.
Aunado a ello, añadió, los turisteros también tienen que aplicarse para encontrar la manera de cómo tener un mejor producto turístico y atraer más turismo y de mejor nivel económico.
El vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Sonora admitió que difícilmente Puerto Peñasco competirá con Los Cabos, dado que se tiene ahí el turismo de más alto poder adquisitivo, sin embargo, sí es posible mejorar el destino y revertir esa tendencia negativa de visitantes que fue evidente en la pasada Semana Santa.