El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, señaló que espera que Occidente tome «en serio» la reciente demostración de fuerza militar de su país, luego del lanzamiento del misil supersónico Oreshnik en Ucrania.
En una entrevista, Lavrov advirtió que Moscú está dispuesto a usar «todos los medios» para impedir una derrota estratégica.
Hace dos semanas, Rusia lanzó el misil Oreshnik sobre la ciudad de Dnipro, marcando una nueva etapa en el conflicto que se aproxima a tres años de duración.
Según el presidente ruso, Vladimir Putin, este sistema de armas es capaz de volar a 10 veces la velocidad del sonido y no puede ser interceptado por defensas aéreas. Putin también amenazó con utilizarlo contra Kiev en respuesta a ataques en territorio ruso.
En sus declaraciones, Lavrov señaló que Rusia busca evitar malentendidos con Washington y sus aliados, pero dejó claro que enviará «mensajes adicionales» si no se toman las conclusiones necesarias.
También reiteró la disposición de Moscú a resolver el conflicto mediante negociaciones, siempre que se reconozca el control ruso sobre regiones como Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el ataque con el Oreshnik como «una amenaza sin precedentes» y solicitó sistemas de defensa aérea más avanzados para contrarrestar esta tecnología. Desde Kiev, han insistido en que cualquier acuerdo de paz debe respetar la soberanía territorial de Ucrania.
Lavrov también abordó otros temas de política internacional, incluyendo la escalada en Siria, donde grupos rebeldes han ganado terreno frente al gobierno de Bashar al-Assad, aliado de Rusia.
