Apesar de las recientes lluvias que han propiciado algunos cambios favorables para la flora y fauna de Sonora, la época de sequía sumada al cambio climático podría generar un desbalance en el ecosistema así como más problemas ambientales a largo plazo si no se toma acción al respecto.
Citlali Sierra, miembro de la asociación de caminantes del desierto, encargada de promover el cuidado y restauración del ecosistema desértico señaló en entrevista que Sonora se encuentra entre los estados principales de sequía dentro del cual la Ciudad de Hermosillo es abastecida con:
“No podemos cantar victoria”, advirtió la ambientalista, puntualizando en la falta de infraestructura verde e infiltración de agua de los pozos que cuentan con un estrés hidráulico importante con el cual es posible rellenar tinacos y abastecer a la ciudad.
Asimismo, Citlali Sierra explicó que los incendios provocados por la sequía se debían mayormente a la plantación del pasto buffel, especie traída del oriente que acapara las carreteras así como diversas secciones de la ciudad.
Además de representar un riesgo para las especies nativas del desierto, llevándose la mayor parte de la humedad del subsuelo, el pasto buffel es uno de los mayores propagadores de incendios al momento de secarse y tornarse amarillento convirtiéndose en un peligroso combustible.