El enfrentamiento entre las facciones criminales de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán y de Ismael «El Mayo» Zambada ha dejado un saldo de al menos 650 homicidios dolosos y 695 personas desaparecidas en los primeros 100 días desde la ruptura del Cártel de Sinaloa, ocurrida el pasado 9 de septiembre.
De acuerdo con los reportes oficiales, entre las víctimas de los enfrentamientos se encuentran civiles, policías y militares.
Al menos 46 personas han muerto durante operativos y enfrentamientos con fuerzas armadas, cifras que no han sido incluidas en los registros de la Fiscalía General del Estado. Tampoco se han contabilizado los hallazgos de fosas clandestinas ni osamentas localizadas en este periodo.
El informe más reciente señala que, hasta el 9 de diciembre, 82 de las personas desaparecidas han sido encontradas sin vida, mientras que 372 continúan en calidad de no localizadas.
La escalada de violencia ha provocado también un aumento en otros delitos, como el robo de vehículos, con cerca de mil 500 unidades automotrices.
Además de los homicidios y desapariciones, las últimas semanas han estado marcadas por ataques a viviendas y establecimientos clandestinos, utilizados como dispensarios de drogas o minicasinos, muchos de los cuales han sido incendiados.
Uno de los días más violentos fue el 21 de octubre, cuando 25 personas perdieron la vida, incluyendo 19 fallecimientos en un operativo para capturar a Edwin Antonio Rubio, alias «El Max», identificado como operador de «El Mayo» Zambada».
Aunque el lunes 16 de diciembre no se registraron homicidios, la jornada dejó un saldo de una persona herida de bala, cuatro desaparecidos y ataques a viviendas y negocios.