El Senado de la República aprobó la reforma que elimina siete órganos autónomos responsables de la regulación en áreas clave como transparencia, telecomunicaciones, energía, competencia económica, educación y medición de la pobreza.
Con 86 votos a favor y 42 en contra, la mayoría parlamentaria decidió trasladar las funciones de estos entes a diversas secretarías del Ejecutivo Federal.
Entre los organismos afectados se encuentran el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Estas tareas ahora serán gestionadas por dependencias como la Secretaría de Economía, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, y la nueva Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones.
La decisión ha generado críticas por parte de la oposición, que considera esta medida como un paso hacia la centralización del poder y un retroceso democrático. Voces como la del senador priista Manlio Fabio Beltrones advirtieron sobre los riesgos de regresar a un modelo de gobierno altamente concentrado, mientras que la diputada panista Ivideliza Reyes expresó su preocupación por el impacto a largo plazo de esta reforma en las futuras generaciones.
En contraste, los legisladores de Morena defendieron la eliminación de los órganos argumentando que permitirá un uso más eficiente de los recursos públicos. Durante el debate, la senadora Martha Lucía Micher destacó lo que denominó «excesos burocráticos», mencionando solicitudes que, a su juicio, distraían recursos del verdadero propósito de la transparencia.
La reforma ha iniciado su proceso de validación en los congresos estatales, con su reciente aprobación en Tabasco y la Ciudad de México.