La Casa Blanca informó este lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó la invitación al diálogo que le envió el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, en una carta fechada el 6 de septiembre pues según la vocera Karoline Leavitt, la postura del gobierno estadounidense hacia Venezuela “no ha cambiado” y reiteró las acusaciones de narcotráfico en contra del dirigente sudamericano.
Estados Unidos asegura que Maduro lidera una red vinculada al narcotráfico y mantiene activa una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.
En la carta difundida por el gobierno venezolano, Maduro pidió “preservar la paz a través del diálogo” y negó que su país produzca drogas, señalando que solo una mínima parte de la droga proveniente de Colombia cruza territorio venezolano.
Sin embargo, la administración estadounidense reiteró que su estrategia es frenar las operaciones del llamado “Cártel de los Soles”, designado por Washington como organización terrorista.
La oposición venezolana también reaccionó de manera dividida.
Mientras Edmundo González Urrutia y María Corina Machado respaldaron las medidas de Estados Unidos contra el gobierno de Maduro, el excandidato presidencial Henrique Capriles expresó su rechazo a una posible intervención militar extranjera.
González Urrutia, exiliado en España, calificó el despliegue como un paso necesario para restablecer la soberanía popular en Venezuela.
Asimismo, la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, designada por la ONU, presentó un informe en el que documenta violaciones a los derechos humanos en el país.
La presidenta de la misión, Marta Valiñas, afirmó que “la persecución política se intensifica durante periodos de mayor tensión, con detenciones masivas y persecuciones contra opositores”.