Un equipo de científicos logró reconstruir el rostro de San Nicolás de Myra, el obispo cristiano que inspiró la figura de Santa Claus, utilizando técnicas avanzadas de reconstrucción facial basadas en su cráneo.
La investigación, basada en datos recopilados en 1950 por Luigi Martino con autorización del Centro Studi Nicolaiani, permite ver por primera vez cómo habría lucido este personaje desde su fallecimiento en el año 343 D.C.
San Nicolás es reconocido por su generosidad y por ayudar a personas en situaciones difíciles, lo que lo convirtió en una figura simbólica de la bondad y la caridad. Con el tiempo, su imagen fue evolucionando hasta convertirse en Sinterklaas en Holanda y, posteriormente, en el Santa Claus actual, popularizado por el poema Una visita de San Nicolás de 1823.
La reconstrucción facial combina datos anatómicos y técnicas digitales avanzadas. Los expertos utilizaron proyecciones estadísticas y deformación anatómica para ajustar la tomografía de una cabeza viva al cráneo del santo. Como resultado, presentaron dos imágenes: una en escala de grises y otra artística, en la que se incorporaron detalles como barba y vestimenta.
El estudio también reveló que San Nicolás sufría de artritis crónica severa en la columna y la pelvis, así como un engrosamiento óseo que podría haberle causado dolores de cabeza frecuentes. Estos detalles aportan una nueva perspectiva sobre las condiciones de vida del obispo durante el Imperio Romano Tardío.
Según José Luis Lira, coautor del estudio, la historia de San Nicolás trasciende la religión, siendo un «símbolo universal de generosidad».
«Su legado se ha mantenido a lo largo de los siglos, y la figura de Santa Claus como se conoce hoy, con su trineo y su saco de juguetes, se consolidó en gran parte gracias a las ilustraciones de Thomas Nast para la revista Harper’s Weekly en 1863», indicó.