Una carta escrita por Sidney Daniels, sobreviviente del hundimiento del Titanic en 1912, fue presentada en el programa británico Antiques Roadshow, se trata de un pieza valorada por la especialista Hilary Kay en aproximadamente 10 mil euros, aunque la familia del autor decidió no venderla.
El documento fue llevado al programa por la hija de Daniels, quien relató que su padre, de 18 años en ese entonces, trabajaba como lavaplatos en el barco.
La carta permaneció en su uniforme durante el naufragio, cuando Daniels se lanzó al mar y logró salvarse tras nadar hacia un salvavidas y posteriormente a una balsa volcada.
Durante el hundimiento, Daniels ayudó a varios pasajeros a colocarse los chalecos salvavidas y los condujo a la cubierta.
También intentó despertar a quienes dormían, aunque algunos se negaron a abandonar el barco. La carta sobrevivió al contacto con el agua y al paso de más de un siglo, convirtiéndose en un testimonio tangible de la tragedia.
Hilary Kay destacó la relevancia histórica del manuscrito, afirmando que cualquier objeto relacionado con el Titanic despierta gran interés aunque señaló que el valor económico estimado es alto, también indicó que su significado simbólico podría ser aún mayor.
El familiar que conserva la carta declaró que el documento no está en venta y que su permanencia en la familia es una forma de mantener vivo el recuerdo de Sidney Daniels.