En los últimos tres años, los efectos negativos de la sequía y la pandemia de Covid-19 causaron que los hatos ganaderos del sur de Sonora se despoblaran en un 78 por ciento aproximadamente.
Lo anterior fue confirmado por el presidente de la Asociación Ganadera Local del Valle del Yaqui (AGLVY), Julio Aldama Solís, quien afirmó que los vaqueros optaron por vender el ganado para evitar pérdidas.
Y es que en el año 2019 se contabilizaron 220 mil cabezas en la región, y para julio de 2022 la cantidad bajó a poco más 47 mil animales en los ranchos de la región.
Comentó que en los últimos meses, por la situación de la sequía se incrementó la venta de ganado en la región, donde la mayoría fue enviado a Estados Unidos para evitar que se murieran por la falta de agua.
Pero la situación se agravó en los primeros siete meses de este año, ya que en diciembre de 2021 se contabilizaron 75 mil cabezas aproximadamente y para julio fueron 47 mil 915.
Aldama Solís precisó que desde hace décadas no se había tenido un problema tan severo de despoblamiento, y la venta del ganado fue una medida desesperada para evitar que los animales murieran.