La contaminación lumínica es una problemática que se define como un exceso de luz artificial por la noche, esta es producida por mal diseño de iluminación y el uso irresponsable de esta, así lo dio a conocer Fernando Ávila Castro, responsable de la Oficina de la Ley del Cielo del Observatorio Astronómico Nacional del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El promotor de los cielos oscuros explicó que esta afectación va más allá de la astronomía, ya que, de entrada cualquier exceso de consumo habla de un exceso de derroche económico y además, en los últimos años se ha visto que con esta problemática hay un impacto a la vida silvestre y a la salud humana.
Aseguró que, aunque se ha trabajado en esta problemática por los últimos 18 años de manera local y regional en el Observatorio Astronómico Nacional, ubicado en la Sierra San Pedro Mártir en Baja California, en años recientes también se ha promovido el tema a nivel federal, impulsándolo a zonas de alto valor como áreas naturales protegidas y parques naturales, además del beneficio económico y energético para áreas urbanas.
Además, detalló que para muchas especies animales este reloj biológico es lo que marca las temporadas de migración, apareamiento y la cadena alimenticia de la que dependen, por lo que una vez que se trastoca este ritmo natural de luz y oscuridad muchas especies se ven afectadas migrando a destiempo o perdiendo sus ciclos de reproducción, entre otras situaciones.
Agregó que, en el caso de los seres humanos también se cuenta con el reloj biológico interno, por lo que el impacto de la contaminación lumínica tiene que ver con la produccion de melatonina, una hormona que se produce durante la noche y que ayuda al ser humano a descansar de manera profunda.
El responsable de la Oficina de la Ley del Cielo añadió que la salud humana también está siendo afectada por la contaminación lumínica, ya que el exceso de luz artificial por la noche, principalmente la de luz azul, inhibe la producción de esta hormona, lo que evita que se pueda dormir profundamente, lo que produce un desgaste en el cuerpo humano.
Comentó que, “a fin de cuentas somos una fábrica de procesos químicos en nuestro organismo, cuando interrumpes un proceso terminas afectando muchos más, en este caso al interrumpir la producción de melatonina, hay mucha evidencia médica desde hace una década de cómo termina afectando otros ciclos, sobre todo los hormonales, lo que a la larga aumentan la incidencia de ansiedad, depresión y ciertos casos de cáncer de origen hormonal, entre otros”.
Destacó que en la Oficina de la Ley del Cielo se ha trabajado en gestión con los tres niveles de gobierno, esto en tres municipios de Baja California en los que ya se cuenta con reglamentos municipales sobre el tema, incluidos en dos leyes estatales, mientras que en Sonora, estos reglamentos ya se incluyeron en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente del Estado.
Actualmente se trabaja en una Norma Oficial Mexicana de Control Lumínico a nivel federal, ya que el tipo de regulación varía según el lugar, un ejemplo de esto es que no es lo mismo iluminar una zona comercial urbana a un área residencial, añadió.
“Se habla de iluminar de manera responsable la zonas urbanas, evitar el resplandor y la luz intrusa, la cual es aquella que llega al interior de las casas”, puntualizó.
Todo lo anterior significa para los gobiernos una nueva generación de iluminación vial, control de horarios en la operación de luz de las zonas comerciales y fuera de las áreas urbanas proteger las áreas naturales, resaltó.
Ávila Castro expuso que, al igual que muchos otros problemas ambientales como la contaminación acústica, una vez de que la personas se percatan de su existencia es muy difícil ignorarlos.
Por su parte, Luis Mario Rivera Aguilar, regidor del Partido Verde en el Ayuntamiento de Hermosillo, aseguró que este tipo de contaminación, a pesar de no estar tan regulada, tiene impactos en la salud, ecología, y gasto energético de las ciudades.
Indicó que algunas de las consecuencias de la sobre iluminación de las ciudades es que alrededor de un 50% de la luz artificial urbana se refleja hacia el cielo, por lo que existe un gasto innecesario de este recurso.
“Algo muy importante que hay que mencionar es que existen afectaciones en el equilibrio ecológico debido a que en la interacción entre el animal predador y su presa está sujeta en determinadas ocasiones a la cantidad de luz que existe, por el riesgo de ser visto o en la cantidad de presas que hay en momentos de alta iluminación“, denunció.
Por otro lado, afirmó otra ventaja de reducir este tipo de contaminación es la de favorecer el astroturismo, es decir, aquellas regiones o zonas que carecen de contaminación lumínica se han fortalecido gracias al turismo dedicado a la observación de estrellas en cielos despejados y a la observación de los astros por medio de telescopios.
“En estos tiempos, es esencial buscar nuevas formas de atracción de capital a nuestro estado y este tipo de turismo ecológico y de conocimientos astronómicos es una veta muy apreciable, este tipo de iniciativas ha favorecido el desarrollo económico en otros países debido al astroturismo”, mencionó.
Así mismo, Sergio Müller, quien desde 2016 realiza trabajos de fotografía nocturna en Sonora ha documentado cómo cada vez se ha hecho más visible esta problemática.
El coordinador de estrategia de Caminantes del Desierto A.C. relató cómo cada vez se ha tenido que alejar más de las zonas urbanas para poder captar las imágenes en la realización de este trabajo.
Declaró que debido a la transición de alumbrado público de focos de sodio a Led a tenido que modificar los métodos que utilizaba para fotografiar el cielo.
Para finalizar, argumentó que la región del desierto de Sonora cuenta con una ventaja ya que, al ser muy seco y contar con un cielo despejado gran parte del año se vuelve un sitio privilegiado en cuanto a astroturismo, posicionándose junto a Hawai, la Patagonia y Las Islas Canarias, con la misma ventaja de generar turismo científico.