Los astronautas de la NASA, Suni Williams y Butch Wilmore, quienes partieron hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) en junio de 2024, enfrentan un prolongado retraso en su regreso a la Tierra.
Originalmente programados para retornar en ocho días, ahora se prevé que podrían permanecer en la EEI hasta febrero de 2025, debido a problemas técnicos en la nave espacial Starliner de Boeing.
La misión, que debía ser breve, se extendió inesperadamente cuando surgieron fallos en los propulsores y fugas de helio en la nave Starliner. Aunque lograron acoplarse a la EEI, estos problemas han dejado a la nave espacial inutilizable para el viaje de regreso, lo que ha llevado a la NASA a considerar un rescate utilizando una nave de SpaceX, la empresa rival de Boeing.
Boeing, una compañía con una larga trayectoria en la industria aeroespacial, recibió un contrato de 4 mil 200 millones de dólares para desarrollar el Starliner, diseñado para ser un «taxi espacial» hacia la EEI. Sin embargo, las recientes fallas han planteado serias dudas sobre la viabilidad de la nave y la seguridad de su uso para misiones tripuladas.
Durante las pruebas, se identificaron cinco fallas en los propulsores de maniobra, además de fugas en el sistema de helio y problemas con una válvula de propulsión. Estas fallas han impedido la realización del viaje de retorno, obligando a la NASA a reconsiderar sus opciones y dejando a los astronautas en órbita por un período indeterminado.
