Miles de personas se manifestaron en Tel Aviv para exigir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que suspenda la operación militar destinada a ocupar la ciudad de Gaza.
Los asistentes señalaron que esta decisión “podría poner en riesgo la vida de los rehenes” retenidos por el grupo palestino Hamás.
En la concentración participaron familiares de los cautivos, como Sharon Aloni-Cunio, exrehén, quien señaló que las acciones del gabinete israelí no buscan ya la liberación de los secuestrados y que incluso estarían dispuestos a sacrificarlos. Su esposo, David, continúa retenido.
Antes de que comenzara la protesta, Einav Zangauker, madre de un rehén llamado Matan, pidió a la ciudadanía iniciar una huelga general en rechazo a las decisiones del gobierno, que a su juicio “sellan el destino de los secuestrados”.
Hamás, actualmente mantienen a 49 rehenes, de los cuales 27 estarían muertos, por lo que los israelíes consideran que una ocupación de Gaza significaría el “sacrificio” de los cautivos.
Durante la manifestación también habló Lishay Miran Lavi, esposa del rehén Omri Miran, quien afirmó que la ofensiva militar no sólo es una decisión táctica, sino que “podría equivaler a una sentencia de muerte para quienes permanecen en cautiverio”.
Varios asistentes expresaron que, tras 22 meses de conflicto, no se han alcanzado objetivos claros y que las acciones del gobierno “no responden a los intereses del país”.
Medios locales como el Canal 12 reportaron alrededor de 60 mil manifestantes en la Plaza de los Rehenes, mientras que el Foro de Familias de Rehenes estimó 100 mil participantes.
