Con la finalidad de reducir la incidencia y letalidad de la rickettsia, transmitida por garrapatas, en Puerto Peñasco, desde enero de este año, se integró un frente interinstitucional que trabaja de forma intensa con la participación de instituciones de gobierno y la sociedad civil.
En conferencia de prensa se dio a conocer la estrategia de suma de esfuerzos de Ecología Municipal, Control Sanitario de Coesprisson, Salud Municipal, Club Rotario, Regidora de Salud, Centro de Salud y Hospital del IMSS Bienestar, la cual contempla un trabajo de fomento y promoción en todas las escuelas; trabajo directo de prevención y control en áreas de alto riesgo y unificación de criterios médicos para atención del padecimiento.
Gloria Trejo Reyes, coordinadora del Distrito 6 de Vectores de la Secretaría de Salud, subrayó que se trata de un equipo multidisciplinario que está trabajando en todas las vertientes para bajar la letalidad de la rickettsia e incluso erradicarla de Puerto Peñasco.
Antonio Castro, epidemiólogo de la Secretaría de Salud, reveló que se decidió reforzar el combate a la rickettsia porque Puerto Peñasco cerró el 2022 con el primer lugar en Sonora y en México en la tasa de infecciones por número de habitantes.
Expuso que el año pasado se tuvo un registro de 46 contagios y 10 defunciones, mientras que en este 2023 ya se tiene el registro de 6 casos sospechosos y un caso confirmado además de otro referido a Mexicali con cuadro compatible con la enfermedad.
La letalidad, agregó, es del 50% y de ahí el interés de reforzar todo el trabajo preventivo y de promoción con un trabajo coordinado de todas las instituciones y la sociedad misma porque el objetivo es no seguir lamentando muertes por rickettsia en Puerto Peñasco.
Las áreas de mayor riesgo, añadió, se ubican en las colonias San Rafael, Oriente, Obrera y Nueva Esperanza, aunque todo Puerto Peñasco es área de interés y trabajo preventivo.
Erick Francisco Gastélum Pacheco, responsable de Control Animal de la Coordinación Municipal de Salud, advirtió que las garrapatas ya no afectan sólo en el verano, sino también en el invierno porque están volviéndose resistentes al frío y ese es otro dato que obliga a cerrar filas para frenar la rickettsia.